12 de febrero de 2025 (EIRNS) — Recién llegado de su viaje a la mayoría de Centroamérica y la República Dominicana, el secretario de Estado, Marco Rubio, habló de la política de Estados Unidos hacia China, y en particular de su papel en las Américas, en una entrevista el 10 de febrero con Scott Jennings en la radio conservadora derechista SiriusXM Patriot. Rubio alegaque expulsar a China de las Américas es una cuestión existencial para Estados Unidos. Informó como un gran éxito logrado en su primera parada, en Panamá, que "Panamá se retiró de la Iniciativa de la Franja y la Ruta con China, siendo el primer país del hemisferio occidental que realmente se retira de eso".

Cuando su anfitrión, Scott Jennings, le preguntó si "una de sus principales misiones es asegurarse de que Estados Unidos, y no China, sea la superpotencia dominante como mínimo en esta región y en el mundo", Rubio tuvo la sensatez de reconocer que China va a seguir siendo "un país rico y poderoso... eso no va a cambiar, ¿verdad? Tienen más de mil millones de habitantes. Tienen una gran economía, la segunda más grande del mundo". En este sentido, pronosticó que Estados Unidos competirá con China "durante el resto del siglo y más allá".

Luego vinieron tres grandes "peros" sobre lo que "no se puede permitir": que China llegue a ser "más poderosa que nosotros; o que pasemos a depender de ellos"; o que gane amigos construyendo en las Américas. Luego de todo un discurso melodramático sobre cómo China se está avalanzando, y que "nos despertamos y descubrimos un día que China tiene más influencia sobre nuestros países vecinos que nosotros", declaró que deplano "no podemos vivir en un mundo en el que ellos tengan más influencia y más presencia de la que nosotros tenemos en los países más cercanos al nuestro".

Pero darle órdenes a los vecinos de Estados Unidos, al estilo de Teddy Roosevelt, que corten lazos con China, de la que han recibido créditos a largo plazo, equipos modernos, formación profesional y nuevas presas, plantas siderúrgicas, puentes, puertos y ferrocarriles, no es una estrategia ganadora. En especial cuando el gobierno de Estados Unidos continúa sirviendo como cobrador de deudas para los bancos de Wall Street y el FMI, ¡mientras sabotea cualquier esfuerzo de desarrollo de este tipo! El Instituto Schiller tiene razón cuando argumenta que los estadounidenses serían amados, si Estados Unidos se uniera a China para ayudar a construir los grandes proyectos de infraestructura necesarios para que sus vecinos de América Central y del Sur se industrialicen y prosperen.

Pero la última parada de Rubio fue en el cuartel general del Comando Sur de Estados Unidos, donde habló de política con el comandante, el almirante Alvin Holsey y su equipo. Alégrate de no haber estado presente. Holsey, cuando asumió el mando el pasado noviembre, instruyó al “Equipo Southcom” que más les valía entender que “la esencia de la supervivencia” frente a la presencia rusa y china en la región es pensar como el león y la gacela luchan por sobrevivir en África.